Muerte y Resurreción...[Luz]

Reí ante su comentario. Y, mientras volviamos a la lucha, le repliqué.
-Y si me ha gustado... Que haras?- no me desconcentraria para nada. No podia perder, era demasiado orgullosa.

-Si me lo permites...

Dije abanzando con la espada gacha , casi arrastrándolo por el suelo.Hacercándome a ella , reacionaría si quisera clabarme su espada pero confiaba en ell.

-Depende de que quieres que aga...

Dije cerca de ella , a apenas unos centímetros.

Le sonreí seductoramente. Bajé mi espada lentamente y me acerqué a él.
-Intentalo...- le susurré en el oido. Con una rapidez que ni yo misma podia creer, me las arreglé para dejar mi espada en su cuello, mientras yo estaba tras suyo. Lo habia acorralado. Reí suavemente y besé lentamente su mejilla. -Te rindes?- le pregunté, nuevamente en su oido.

Ni siquiera me negué. Le correspondí al beso, olvidando la batalla. Sin embargo, algo en mi mente me decia que parase. Por primera vez en mi vida, le hize caso. Me alejé unos pasos de el, tomando nuevamente mi espada.
-Ese beso implica que he ganado? O aun debo seguir luchando contra ti?- le pregunté, con una sonrisa en los labios.

Le sonreí ante su mencion de que habia ganado. Clavé la espada en el piso y dejé mi escudo en el piso con suavidad. Me acerqué a él, con una sonrisa.
-Ahora te puedo robar yo a ti?- le pregunté. Estaba tan cerca que rozé sus labios con los mios, provocativa.

Sonrrei con suavidad , la verdad es que me extrañaba bastante su reación.

-Cuando quieras.

Dije con una suave sonrrisa tirando la espada hacia atrás...

"Dios...que te pasa Jack?"

Me decía a mi mismo.

Lo besé con suavidad, disfrutando sus labios. No entendía que me pasaba, jamás me comportaba de esa manera...
"Quizas es un hechizero" penso una parte de mi mente, mientras otra parte de mi cerebro pensaba que alguien tan lindo no podia ser malo. Suspiré y me separé de él con todo el pesar del mundo.
-Es normal que venga una chica completamente extraña y te bese?- le pregunté, con una sonrisa en los labios. No me quería ni enterar de la respuesta, pero quizas si me separaba un poco de el, podria pensar con mas claridad.

Las palabras resonaron en mi mente, una y otra vez. Sentía una felicidad inmensa en mi cuerpo, como si fuese a explotar en millones de pedazos. Le respondí a su beso con una suavidad que solo se podia equiparar al paso delicado de Mirana, la Reina Blanca. Me separé unas milesimas de el.
-Y por alguna casualidad esta extraña te gusta?- le pregunté, dandole otro pequeño y dulce beso.

Me sentía inmensamente feliz y no sabía por qué , había tenido miles y miles de relaciones y fíjate que esta es la única de importancia...

-Me encanta esta desconocida.

Dije con un leve suspiro y luego otro beso , aún más tierno que el anterior.

Una sonrisa brotó de lo mas profundo de mi ser al escuchar esas palabras, mis labios agradecieron aquel beso. Rodee su cuello con mis brazos. No me quería separar nunca más de él.
-Como es que terminamos en esto?- pregunté, casi riendo. No le encontraba sentido a la situación.

Sentí como sus brazos me rodeaban la cintura. Jamás me habia sentido tan feliz, tan segura... Sonreí ante la mencion de la reina Mirana. Le besé suavemente antes de hablar.
-La Reina Blanca, Mirana... Es la mujer más buena que existe. Es hermana de Iracebeth, la Reina Roja... Pero a pesar de tener la misma sangre, no poseen el mismo corazon.- cada palabra que mencionaba a Mirana estaba llena de amor y respeto. Realmente no podía sentir otra cosa al hablar de ella. Le sonreí a Jake. -Conocí a Mirana cuando era muy pequeña, sabes? Y ella me protegio de todo lo que podia ser malo para mi, me ayudo a ser una "chica buena"- reí -Es una de las mejores cosas que me ha pasado... Conocerla y poder ser parte de su país me hace sentir orgullosa, y muy privilegiada- lo miré a los ojos y le sonreí. Volví a besarlo.

Vi que su mirada retornaba a algo antiguo. Sonreí, curiosa.
-Que sucede?- le pregunté con ternura, mientras acariciaba su rostro y lo tomaba suavemente del menton, para poder ver sus ojos.

Sus palabras nuevamente resonaron en mi cabeza. Un año en la prision de la Reina Roja. Sacudí mi cabeza, ignorando recuerdos que volvían a mi mente. El hogar de mis padres era lo mismo que esa carcel, solo que no me torturaban fisicamente. Lo abrazé con fuerza, buscando nuevamente ese sentimiento de proteccion que sentía en su ser.
-No te preocupes... Ahora estas en los dominios de mi Reina Blanca... Ella no dejará que te pase nada.- le dije, mientras volvía a mirar a sus ojos. No podía entender aun porque Iracebeth se comportaba de esa manera...

Respondí a su beso rapidamente. Sabia que era una treta para que no me preocupara, pero no podia hacerlo... No estaba en mi olvidar cosas.
-Eres conciente de que ahora no me separaré de ti, verdad?- le pregunté, unos segundos despues de sus besos.

-Te llevaré al castillo blanco si es lo que deseas- le contesté con una sonrisa, mientras pasaba mi dedo indice por el costado de su rostro.

Le sonreí nuevamente y tomé su mano, para guiarlo.
-Entonces decidido, te llevaré con mi reina Mirana- solo le dije.


off: abro tema =)