Muerte y Resurreción...[Luz]

Peleas y peleas. Estaba harta de ellas, pero aun asi me fascinaban. Habia "escapado" del castillo, con mi espada y mi escudo, y a la orilla del lago, comenzé a practicar. Estuve unos minutos, concentrada en una batalla invisible, mientras mejoraba mis tacticas y mis pensamientos vagaban por aquel extraño lugar. Esa mañana me habia levantado seria, casi "cuerda". Mi mente vagó por recuerdos que tenia dormidos, hasta recordar otro lugar. Un mundo distinto, raro al en que ahora me encontraba. Suspiré y caí en la cuenta. Hoy sería un nuevo aniversario a mi llegada a Wonderland. Me quedé allí, quieta, sin hacer nada. Había escuchado unos ruidos. Me di vuelta rapidamente, aun con la espada en mi mano, sin soltarla.
-¿Quien va?- pregunté, entre asustada e imperativa, mientras mi espada apuntaba a la nada.

-¿Quien va?-

Eso me hizo reacionar , con mucho sigilo salí por el lado opuesto del que venía el sonido.Caminé con silencio , sin respirar , agazapado , sin mover nada.Me levanté atrás suya.

-La muerte-

Dije casi sin reirme antes de poner mi espada en su cuello.No iba a matarla...no era mi estiolo.

Una voz susurró palabras que no llegué a comprender, no antes de que sintiera un filo en mi garganta. Murmuré algo sin sentido, incluso para mi. Tiré mi espada.
-No atacarás a una joven indefensa en un lugar solitario, cierto?- le contesté, con mi mente volviendo a pensar a toda velocidad. Lastima que no era como Chessur, el gato de Cheshire, para poder desvanecerme en el aire.
-Quien eres?- le pregunté. Mi voz sonaba segura. No era la primera vez que me amenazaban con una espada y me habian dicho que era buena, aunque ahora que la habia tirado, no sabia si tendría alguna oportunidad.

Al ver su reación segura de sí misma deduje que no era del ejercito rojo así que la solté.

-Lo siento , pensé que eras de los "Rojos"

Dije con una mueca ,al recordar la tortura.

Me di vuelta rapidamente, mirandolo. Era joven, bastante. Y se veia que realmente se estaba disculpando. Tomé mi espada nuevamente y me alejé un poco.
-Deberias dejar de apuntar a cada persona con la que te cruzes- le dije, entre seria y curiosa. Nunca lo habia visto. Incliné levemente mi cabeza.
-Luz Halliwell, soy una de "los blancos"- agregué, para que no volviese a atacarme. No desearia pelear con el, ya que se notaba a simple vista que sabia que hacia.

Le sonreí, con aire ausente. Quizas fuese un espia... O un aliado... Los tiempos eran dificiles y ya no se podia confiar mucho en las personas. Lo miré, viendo su sonrisa. Era un joven bastante guapo, completamente diferente al que me habia querido degollar. "Quizas sufra de doble personalidad" Pensé, casi con ironia. En Wonderland, nadie estaba completamente cuerdo. "Volví" a tierra y le sonrei amable, tal como Mirana hubiese echo.
-Tienes un nombre?- le pregunté.

-Jack...- repetí.En mi mente no sonaba ese nombre, por lo que no debia ser de Wonderland.
-Mi nombre es Luz- le dije. Le sonreí. Quizas yo tambien tendria algun que otro transtorno de doble personalidad.

Le soneí ante su beso, pero logré captar su mirada. La seguí, y vi que iba dirigida a mi mano derecha, donde llevaba mi espada.
-Que sucede?- le pregunté. -Acaso no has visto una joven con espada?- agregué, con una sonrisa orgullosa.

-Sabes usarla?

Pregunté curioso mientras me levantaba , como cuando estaba en inglaterra me enseñaron a levantarme adecuadamente , me levanté cerca suyo y pasandome muy cerca de sus labios y después mirandola a los ojos para luego retroceder medio paso:

-No, no las veo mucho usandola.

Le sonreí.
-La mayoria dice que si se usarla...- le conteste. Apreté aun mas el mango de mi espada y lo miré. -Aunque estoy segura de que en contra tuya, perderia- agregué, con una sonrisita en mis labios. La rapidez con el que me habia intentado matar hace unos minutos confirmaba mis palabras.

Levanté rapidamente mi espada y le apunté.
-Como quieras- le dije, entre desafiante y seductora. Le sonreí.

Sonreí y me pusé en posicion, igual a el. Choqué su espada.
-Realmente te crees tan bueno?- le dije, riendo. Volví a chocar su espada, mientras con la otra mano sostenia mi escudo.

Estaba algo cansada, pero solo porque ya habia estado practicado antes de pelear con el. Sin embargo, no me rendiría. Lo miré, orgullosa.
-Tu ego es demasiado grande, Jake- le dije. No noté que lo habia llamado "Jake" hasta despues de decirlo. Me seguia defendiendo y atacando, era muy bueno... Pero claro, jamas lo aceptaria.

-Jake!- grité. Solté mi espada y mi escudo y fui a su lado, arrodillandome. No podía creer que lo habia lastimado, solo estaba jugando.
-Estas bien?- le pregunté, intentando ver donde supuestamente estaba lastimado.

Me quedé casi de piedra, aunque me mordí el labio de nerviosismo. No me habia importado en lo mas minimo, y eso era raro. Tomé mi espada y me levanté. Caminé unos pasos y me volví a colocar en posicion.
-Fui bastante ingenua al creerte, jake...- le dije con una voz "seria", aunque tenia una minima sonrisa en los labios. -Tendré que hacerte pagar- agregué, apuntandole con la espada con rapidez, pero al mismo tiempo con una voz provocativa y dulce.