Llegando a Wonderland.

Estaba paseando, olvidandome del mundo por un dia, cuando, vi una sombras. Corrí tras ellas, y me condujeron a una especia de cueba, miedo me daba, pero aun así entré y mejor hubiera sido quedarme en tierra, por que empecé a descender por un tunel estraño, y la caida que me pegué al aterrizar no fue pequeña que digamos.
- ¿QUE ES ESTO? ¿DONDE ESTOY? - Empecé a gritar histérica. -Madre mía, madre mía, quiero salir aquí...

Estaba aburrido, así que me dirijí a la entrada donde había caído hace un tiempo ya. Todo eso ya era una costumbre. Coloqué mis manos en los bolsillos de mi pantalón y comencé a caminar con mi aspecto serio. Quería er a la reina Roja... la adoraba y seguía todos sus ideales. En eso escuché la voz de una chica.. "Novata" pensé y reí de una manera fríbola.
- ¿Tienes miedo?... contéstame ... ¿Tienes miedo?

Vi aun chico, caminar hacia mi, con aires de chico guay... hasta en un sitio así hay gente de este tipo...
- ¿Miedo? ¿Yo? Yo no tengo miedo...- Como si le fuera a decir yo lo que sentía a este chico, que ni se como se llamaba. Respiré hondo y dirigí mi mirada hacia otro lado.
- ¿Que es este lugar?- Pregunté mirando a mi alrededor, sin importarme mucho que me dijera.

Me acerqué a ella y la miré a los ojos, sonriendo de un costado y negando con la cabeza - Esto es Wonderland, cosas muy raras suceden aquí... y ahora no podrás salir de aquí... yo ya me resginé - Dije sin dejar de lado mi aspecto serio y frío de mi rostro, mientras que me cruzaba de brazos y la miraba aún, pudiendo notar su miedo.

Volví a respirar hondo, "no podrás salir de aquí" resonaba por mi cabeza.
- ¿Nunca...? - susurré, aún mirando hacia todos los lados. Esto era lo que me faltaba, encerrada en alguna punta del mundo y sin salida. Perfecto.
- ¿Y ahora qué? - Pregunté con la misma seriedad que la que se veía en sus ojos, aunque aun estaba asustada. - ¿Que se supone que voy a hacer aquí?

- Pues, primero deberás estar atenta, una guerra se avecina, y no querrás que la Reina roja te corte la cabeza.. ADemas está la Reina.. Blanca - Dije esto último con algo de asco frunciendo mi nariz - Y el Reino de los Reyes Negros... tu verás a cual decidir.. pero ten cuidado.. aquí están todos locos.. muy locos - Dije con una sonrisa acercándome y susurrándole en el oído esto último.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al escuchar la palabra "locos" tan cerca mio. - Ya he conocido a varios locos... no creo que sean peores. - Mi mirada era seria, fría, intentaba no transmitir ningún sentimiento.
- Con que una guerra se avecina... pero ninguna reina me cortará la cabeza. - Levanté la cabeza al decirlo.
Aceptar todo esto me llevaría unos días o meses....
- Bueno, pues si me tengo que quedar aquí para siempre, mejor será que me presente. Me llamo Violet.

La escuché, evidentemente no sabía donde se había metido. Nadie en el mundo estaba más loco que en Wnderlan.

- Locos... locos como en ningún lugar, te puedo asegurar que jamás los has visto..

La escuché luego sonreí de manera fría

- La reina roja, le corta la cabeza a quien quiera, si haces algo que no le gusta, pum.. adiós cabeza.. ya debe haber cortado desde que entre aquí unas mmm.. ni puedo contarlas ya!

Le dije mirándola dija a los ojos.

- Soy Benjamín, encantado de conocerte

- Valla reina... - Suspiro, menuda reina, que mata a su gente a diestro y siniestro, a lo mejor va por ahí gritando ¡MASACRE!
La verdad, no tenía ni idea de donde acababa de meterme, ni a que personajes me podía encontrar por aquí, si tan locos estaban... no se muy bien que me encontraré en este lugar.
Escuché sus palabras atentamente, memorizando el primer nombre que me encontraría por este lugar. - Aíque Benjamín... ¿De verdad estás encantado, o lo dices por decir? - Enarqué una ceja mientras lo miraba atentamente esperando algún tipo de reacción.

La escuché, y la miré sopnriendo de medio lado ante su pregunta. No era un chico sociable. Claro que en el fondo, tal vez muy en el fondo si lo era.
- ¿Acaso dudas de mi palabra?, si miras mis ojos podrías notar si estoy diciendo la verdad.
Dije con un tono burlón y sarcástico.

No pude evitar soltar una leve carcajada.
- Según se dice, los ojos son el espejo del alma - Dije alzando la mirada a la suya - Supongo... que no lo dices por decir.
Ahora que lo miraba atentamente, no era para nada feo, todo lo contrario. Aún siendo así, no lo conocía, ni a el ni a este lugar.
Crucé mis brazos mirando de lado aquel lugar. - ¿Hacia donde debo ir? - Pregunté retomando mi mirada hacia el.

La miré y me reí, era una chica muy linda, pero yo era un chico muy frío y no servía para coquetear con ellas, luego me encojí de hombros y negué con la cabeza.
- ¿Quién sabe?, puedes ir por donde quieras. Siempre llegarás a alguna parte..
La escuché y le di un beso en su mejilla
- Sí los ojos son el espejo del alma, y puedo notar que tienes miedo,

Abrí los ojos como si fueran platos, ademas de haberme sonrojado un poco, quería negar lo evidente.
- Como para no tenerlo. - Concluí soltando mis brazos de aquel lazo que había hecho.- Me he caído en un mundo extraño donde todos están locos y en donde una Reina de este mundo de psicópatas puede cortarme la cabeza cuando le de la gana.
Respiré y me tiré al suelo, no tenía ni idea de como actuar en una situación como esta.
- Y para colmo, si me muevo de aquí no se a donde puedo llegar.

Me reí por lo que dijo, era raro en mi per me reí y sin fingir.
- Pues yo sigo a la Reina Roja, soy su fiel seguidor, así que deberías desconfiar de mi ¿No crees?
Dije viendo como se tumbaba en el piso, lo cual me hizo sonreír
- Pues, la reina más buena aquí... demasiado... para mi gusto es la Reina Blanca, deja a todo el mundo pasar a su castillo. Pero luego están los Reyes negros, no son tan malos pero si son muy serios y claro.. locos
Bromeo.

- ¿Tu quieres que desconfíe de ti? - Pregunté mirándolo de lado.
Apoyé mis manos en el suelo dándole vueltas a lo que me dijo. La gente en este sitio, definitivamente no era normal...
- No me gustan las Reinas de este sitio... Una, con perdón, Psicópata corta cabezas... la otra tan buena que puede llegar a ser tonta... Los reyes estarán locos, pero son mas "intermediarios" ¿No?

- Depende de como lo mires, pero puede ser, cada quien con su gusto, para mí es entretenido ver como cortan las cabezas
Reí y luego me senté a su lado.
- Pero haya tu, no conozco tus gustos
Rei nuevamenete

- Mis gustos... El negro - Me río pensando en la coincidencia - De todas formas, todabía tendré que informarme... y saber donde tengo que ir también.- Miré al suelo y recordé que no me había contestado a una cosa...
- Pero aún no me has contestado. Dime, ¿Tu quieres que desconfíe de ti? Por que puedo hacerlo si me lo propongo - Dije mirándolo de reojo.

- Yo no puedo decirte que hacer... a no ser que quieras que controle tus pensamientos...
La miré ráscandome la barbilla, y luego sonriendo de medio lado, con indiferencia.
- Tu puedes o no confiar en mi, nunca sabras que es lo bueno y lo malo si no lo intentas
Dije al fi mientras me despeinaba el cabello.

- Pues no voy a desconfiar por el momento - Dije sonriendo de lado a lado- ya que por aquí no puedo confiar en nadie...
La verdad, ahora mismo, necesito confiar en alguien... o en algo.
- Hagamos una cosa, tu me llevas a algún sitio de este país.. y yo veo si eres de confianza o no. - Pegué un salto del suelo, poniéndome ne pie y limpiándome el vestido que estaba un poco manchado.

- Estábien, pero yo no diré nada, tu solita dirás que es lo mejor.
Dije con seriedad levantándome del suelo y comenzando a caminar hacia el bosque. Salimos de ahi.

(tema cerrado)